Iba con la princesa rumbo a su casa, antes de llegar nos detuvimos en la esquina y nos bajamos del carro a comprar unas ricas y deliciosas tortas de pastor. Despues de que nos las entregaron estuve a punto de empezar a caminar hacia su casa cuando me dijo:
-amor, el carro-
jejeje, solo sonrei, es cierto llegamos en carro.
Eso me recuerda algunas historias similares.
La de cierto compadre que me contó que una vez le dieron el carro de la empresa en la que trabajaba para llevar a su casa, a la mañana siguiente se levantó como todos los dias y.... tomó el autobús como todos los días.
Tenía a dos amigos , hermanos, que en una ocasión me contaron la historia de uno de ellos...
- veo a Uriel en la entrada y le pregunto , oye Uriel y el carro??.
- esteee... se echo a perder
se dio la medio vuelta y se alejo, una hora después regresó con el carro.
Otra historia es la que le pasó a mi primo. Como buenos amigos borrachos, llevaron a su casa al mas mas borracho de todos, uno que tuvieron que bajar cargado al estilo costal de papas, sigilosamente entraron a su casa , iban por un pasillo y mi primo que era el que lo cargaba no se fijo que habia una caja de envases vacios en el piso y Zaz!... el escandalo de los envases. Dejaron tirado ahí a su pobre amigo y todos salieron huyendo, corrieron y se alejaron tan rápido como pudieron, unas, varias cuadras mas adelante se oye una voz:
- oye, y el carro?
Habían llegado en carro y con la carrera lo dejaron en la puerta.
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