No te metas con mi princesa

Aun puedo sentir su cara en merced de mi puño derecho, y esa extraña pero agradable sensación del chorrear de su sangre por mis manos, realmente disfrute ese momento. El hecho de que pretendiera y buscara constantemente a mi princesa me hizo perder los estribos.

Ayer me encontraba con mi princesa en un salón de conocido hotel en la ciudad de Mérida, eran aproximadamente las 2 de la mañana cuando nos disponiamos a retirarnos de la celebración que ahí se llevaba a cabo.

MB: - Vámonos beba, ya es tarde y mañana tengo que levantarme temprano para ir a darle clases a los diablillos esos.
Princesa: -Ok, MB, deja me despido nada mas de unas amigas y nos vamos
MB: Bien, mientras me adelantaré a buscar el coche

Me encontraba en la puerta del hotel donde tambien había mucha gente para la hora que era, unas 10 personas afuera todas con smoking y vestidos largos muy a "doc" para la fiesta en la que acababamos de estar. Todas esas arpías se me hacian horribles junto a mi princesa que realmente lucía hermosa con su vestido azul (que raro, a ella le encanta el azul como a mi) y yo simplemente... estaba vestido (o disfrazado) igual que el resto de los hombres como pinguinito.

Fue ahi cuando al estar esperando que el muchacho del parking me trajera mi vehículo lo vi...
yo nunca lo habia visto, no lo conocia, lo unico que conocia era su voz por las llamadas incesantes y a veces estupidas que le hacía a mi princesa y que en algun ocasión yo había contestado.
jajaja recuerdo todavía aquella en la que llamó y me conto mi princesa la llamada...

riiing
Princesa: Bueno
El: No me cuelgues,no me cuelgues por favor
P: .....
El: Te quieres casar conmigo
P: jajajaja, Bye

Ahí estaba él parado junto a un auto que la verdad no me fije de la marca ni el color, no se porque, si como he dicho no lo conocía... pero mis ojos brillaron con odio, aprete los puños con rabia... sabía que tenia que acercarme sobre todo que ahora mi princesa seguia dentro del salón.
Yo siempre había querido romperle toda su madre o mínimo mandarlo a la chingada y mentarle toda su madre aunque sea por teléfono (de la mentada de madre no se salvaba), pero lo princesa no me lo había permitido, quería ser ella la que acabara con esa situación, la cual, debido al corazón bueno y bondadoso (de pollo) de mi princesa mandaba al tipo a la chingada pero de una manera múy sútil que no había dado los resultados que yo esperaba.
Yo siempre le sugería que contestara así: No entiendes? déjame en paz ya te lo dije, y sabes que ya me faaastidiaste con tus llamadas asi que anda mucho a chingar a tu madre y no vuelvas a llamar. Bueno eso es como a mi me gustaría que ella los mandara al carajo,
pero la realidad había sido otra: De verdad, no quiero ser grosera contigo, ya no me llames. La cual como ya dije había resultado ineficaz.

Camine hacía donde él se encontraba y simplemente le dije: podemos hablar un momento,
se que él sabía quien era yo, tal vez por la voz o por habeme visto toda la noche junto a mi princesa. El también había estado en la fiesta pero había pasado inadvertido guardandose detrás de una columna para no ser visto. O tal vez me reconoció la voz por la única vez que le conteste el teléfono y lo mande a la chingada.
Caminamos (el iba a mi izquierda) unos cuantos pasos hasta alejarnos lo suficiente del ruido de la fiesta que traspasaba las paredes. Y ahi fue cuando ya no pude contenerme más y me gire súbitamente y coloque mi antebrazo a la altura de su cuello haciendolo retroceder hasta golpearse bruscamente con un muro. Apretaba fuertemente mi antebrazo contra su cuello y mis ojos aunque no los vi, estoy seguro que eran los de un demonio.

MB: bueno, que te traes con mi princesa
El: ....

Me di cuenta de que no podía hablar por la presión de mi antebrazo en su cuello, asi que afloje un poco el brazo y el empezó a toser..

El: Es que ella no puede rechazarme, no puede.
MB: Que te pasa imbécil , todavía no entiendes que ella me ama a mí y yo la amo.
El: Pero....

No lo dejé terminar de hablar y ya le habia reventado ese enojo que llevaba en los puños y que desde que lo vi ahi parado me hizo cerrar y apretar los puños... fue hasta ese momento , que despues de darle ese golpe en la cara a la altura de la nariz, pude abrir mi puño. Vi como rapidamente su camisa quedo bañada en sangre, viendolo tirado en el suelo, me pare junto a el, y lo pateé en las costillas hasta escuchar un crujido como cuando aplastas una cucaracha, (probablemente le había roto una costilla) mientras que en ningún momento pasó por mi mi mente algún pensamiento de remordimiento.

MB: Y ya no quiero que vuelvas a llamarla ni buscarla.

Me di la vuelta y regresé al hotel a lo lejos vi a la princesa que me esperaba en la puerta, me pregunto en donde había estado porque ya tenía 5 minutos esperándome.
Le conté a quién había visto en la puerta y lo que había pasado, le dije que fue mucho mi enojo, que ya no soportaba más. Ella simplemente aprobó todo con su silencio.

Y de remordimiento de conciencia...cero absoluto, así que no se mentan con mi princesa.